Capítulo 30.
Jimin no creía nada de lo pasado, habían regresado de la cabaña y por primera vez en muchos años podría decir que estaba realmente feliz, pero con este sentimiento de creerlo y también vivirlo.
Guardó en lo más profundo de su ser todos los momentos de esa tarde desde Jaesung haciendo el intento de bailar con Hoseok.
Yongsun tratando de capturar en una foto la cara toda embarrada con postre de Jin, él alegaba diciendo que todos se enamorarían de él si las sacaba a la luz. Era una gran amenaza.
Yoongi sostenía unas pequeñas macetas con algunos injertos que Jin recolectó para hacer más grande su jardín, dejó a Yoongi a cargo diciendo que era el más lindo, tierno y responsable de todos.
Solji compartió mesa con Daebin, se la pasaron hablando todo el rato sobre medicina y de algunos casos, la alfa le contó resumida su historia de cómo Dongwoo la chantajeó para que hiciera lo que él exigía amenazando la vida de su hijo para después llevárselo.
El ambiente era muy hogareño, la tarde pasó y ellos bailaron e hicieron algunos juegos que los omegas organizaron.
Cuando el sol se iba ocultando, Jungkook pidió su mano para bailar la última pieza, una versión acústica de una de las canciones que a él tanto le gustaban porque recordó a sus padres bailarla en el centro de la sala de su casa.
La melodía empezó e hizo una reverencia para luego extender su mano e invitar a Jimin a bailar.
—¿Me permites? —pregunta para posar sus manos sobre la cintura del omega.
—Claro —sube las suyas para enroscarlas detrás del cuello del alfa.
Yoongi y Hoseok bailaban con su cachorro, Jin y Yongsun también estaban abrazados siguiendo el ritmo de la música.
Jimin cerró los ojos y se acercó más al pecho de Jungkook que tarareaba estrofas de la canción con esa voz grave que le erizaba la piel y vibraba en su pecho. Este sin duda se convertiría en uno de sus momentos favoritos, era algo así como si sus almas se fundieran bajo un fuego, un fuego lindo donde la flama nunca se apagaría. No era nada parecido a aquellas cenizas que se las llevó el viento después de haber ardido tanto.
"When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we'll see
No, I won't be afraid, oh, I won't be afraid
Just as long as you stand, stand by me
So darlin', darlin', stand by me, oh, stand by me
Oh, stand, stand by me, stand by me"
Él bailó en los brazos de su alfa y sintió volar, ¿era posible tanta felicidad? Lo era en los brazos de Jungkook y Jimin sentía un poco de tristeza por el mundo porque él era quien tenía a Jungkook en su vida. Ojalá que existieran más y cada uno tuviera su propio Jungkook.
Porque verlos así te hacían sentir el deseo de tener algo similar.
Verlos así era querer vivir estas sensaciones, era parecido a lo que experimentas cuando escuchas canciones como It's Been a long, long time o can't help falling in love.
Ellos te hacían sentir eso, ellos eran eso que todos buscan.
Eran el amor en su máxima expresión.
Verlos te hacía desear estar enamorado y vivir una vida así un amor como el de ellos.
Se abrazó fuerte, transmitiendo todo esto que sentía por ese simple acto, amaba a ese alfa.
Volvió de sus pensamientos cuando escuchó a Jaesung suspirar casi dormido. Pasaron un largo rato hablando con Jungkook y de cómo surgió la idea de lo que sucedió.
Ahora se sentía en familia y con un hogar.
Apreció el anillo en su dedo y sonrió, Jungkook se acercó y le besó el hombro.
—¿Qué sucede amor?
—Creo que estoy en un sueño Kook, todo parece tan irreal —comenta aún sin poder procesar todos los eventos.
—Pues lo es cariño, es real —picoteó sus labios—. ¿Listo para dormir amor?
—Si gracias, ¿y tú tienes sueño?
—Siempre que sea dormir a tu lado, estaré dispuesto —se acerca más dándole muchos cariños.
Jimin se movió para que Jungkook pudiera recostarse a su lado, este abrió sus brazos invitando al omega a que tomara el lugar que le pertenecía.
—Mi Jimin, mi lindo y dulce omega —lo besa con cariño intentando transmitir todo su amor.
Nuevamente, gracias a la mezcla de sus olores lograron dormir toda la noche.
✧✦✧
La mañana siguiente Jungkook y Jimin se levantaron para prepararse para sus trabajos, en el día el alfa iría a las oficinas y el omega debía preparar algunas mini tartaletas que habían pedido.
Pero había un pequeño problema, al parecer el alfa se negaba a salir de la pose en que se encontraba, su rostro hundido en el cuello de su omega le gustaba escuchar las pequeñas risas que Jimin soltaba cuando lo besaba.
—Kook, debemos levantarnos alfa, apresúrate o se te hará tarde —Jimin pinchaba como juego el abdomen de Jungkook.
—No —renegó.
—Te gusta tu escondite, ¿no es así?
—Me encanta —le habla haciendo que su aliento diera él la parte sensible de su cuello y esto provocó un escalofrío en todo su ser.
—Mamiiiiiiii —Jaesung dio un grito demasiado agudo llamando a Jimin.
Jimin con dificultad salió del agarre de Jungkook llegando con su bebé. Jaesung lo abrazó por el cuello y se recostó sobre su hombro —Mami —su cachorro acarició su cuello, aferrándose posesivo.
—¿Por qué tanta prisa omega? —Jungkook pregunta intentando atraerlo de nuevo—. Necesito a mi familia aquí.
—¿Será porque tú debes ir a trabajar y yo debo preparar las tartas que pidieron? —pregunta llenando la cabecita de Jaesung con besos.
—Creo que a este paso podrás abrir una tienda.
—No considero que sea para tanto alfa —lo observa curioso cuando Jungkook parecía resoplar, sacudiendo su cabello de un lado a otro.
—No menosprecies tu trabajo omega, sea poco o mucho, tiene mucho valor y lo sabes.
—Sí, supongo que sí, pero tanto así. ¿No será mucho? —Jimin mecía a Jaesung.
—No, por supuesto que no. Necesito energía, amor, ¿podrías regalarme unos besos para terminar de despertar? —el alfa dramatiza.
—Alfa tramposo —ladeó la cabeza examinando al alfa, en tanto se acercaba dejando un par de besos en la comisura de sus labios.
—Me volverás loco, mejor iré a bañarme —Jungkook acaricia a Jaesung, pero el cachorro se escondió más en el cuello de su mami, justo donde se encontraba la fuente de su aroma.
Jaesung ya estaba preparado cuando el alfa salió de su baño. Mientras Jimin iba a cambiarse, Jungkook se quedó vigilando al pequeño que solo estaba sentado, observándolo sin hacer gesto alguno hasta que ladeó la cabecita de un lado a otro —No mami —refunfuñó en un gruñido. El alfa se sorprendió un poco.
Justo Jimin salió y fue por Jaesung para bajarlo y que caminara siguiéndolo, Jungkook se quedó en la habitación terminando de vestirse. Llegaron a la cocina y encontraron a Yongsun preparando algunos tazones con cereales para cada uno, alguna fruta en cuadros y jugo de naranja natural.
—Hola, Yongsun, buenos días —Jimin saluda.
—Hola, Jimin, ¿qué tal pasaron la noche? —cuestionó dejando un pequeño tazón frente a Jaesung para que comiera unas frutas.
—Bien gracias, ¿y Jin? —preguntó al fijarse que no estaba el omega con su peculiar sonrisa dando los buenos días.
—No se ha levantado, pasó la noche despierto, ha tenido muchos antojos y también muchas náuseas, me es imposible sacarlo del nido, pero llamé a Daebin y me pidió cambiar el medicamento, ella dice que es causa del embarazo, pero no estoy segura de eso.
—Es normal estando en estado, pero si tu instinto no está seguro es mejor que lo lleves a revisar.
—Ahora está dormido, he agendado una cita para la tarde. Y te quería pedir si puedes estar pendiente de él, yo me quedaría cuidándolo, sin embargo, tenemos ciertas cosas que arreglar.
—Claro Yongsun no es necesario que lo pidas, yo me encargo de él —le sonríe.
—No dejes que coma muchos dulces, no te dejes chantajear por su mirada de cachorro.
—No lo haré, Yongsun no te preocupes.
Jungkook iba entrando justo cuando la alfa iba a darle un abrazo de agradecimiento a Jimin.
Aún así, el brazo del alfa se interpuso posicionándose en medio de los dos dando él el abrazo al omega, Yongsun se quedó un poco asombrada por la actitud de su hermano, debía ser porque la noche anterior se comprometieron y Jungkook era un alfa territorial.
—Jungkook, ¿te sientes bien cariño? —Jimin pregunta algo preocupado.
—Mejor que nunca omega —le sonríe dejando un beso en su frente.
La alfa carraspea —Bien, creo que iré a darle un vistazo a Jin, te espero afuera Kook. Y muchas gracias, Jimin, cualquier cosa llámame y estaré aquí lo más rápido posible —Yongsun termina de mencionar antes de salir.
—Claro, ve tranquila, yo te mantendré informada.
—No quisiera separarme de ti omega —Jungkook abraza de nuevo a Jimin.
—Pero debes alfa, anda, no seas perezoso amor —besa su hombro marcándolo con su aroma.
—Me encanta cuando me dices así, la próxima agrega el "mi", cariño —se separó de él buscando sus labios para dejar un beso.
Luego fue con Jaesung que le ofrecía un poco de fruta, pero de nuevo el cachorro ladeó la cabeza examinando al alfa cuando este se acercó para tomar lo que le daba.
Se despidió del pequeño con un beso sobre su rubia cabellera y partió en búsqueda de su hermana.
Jimin fue a la cocina a preparar las tartaletas, Jaesung ahora estaba en el suelo jugando con algunas cosas que el alfa le regaló.
Se aseguró de tener todo listo y tiempo para no hacer esperar a este amigo de Daebin, también fue a la habitación de Jin para cerciorarse de que todo estuviera bien con él.
Decoró todo con mucho cuidado dejando todos los pequeños postres sobre el mueble mientras se terminaban de arreglar, fue por unas cajitas que Jin le sugirió comprar para que se vieran lindas, claro que estaban hechas con material biodegradable.
Hoseok le daba la idea de que empezara a buscar algún nombre, tenía muchos en mente, se presentaban en su cabeza, rebotando uno después del otro, pero aún no estaba muy seguro de eso.
A media mañana el timbre sonó y Jimin salió para entregar las tartas, el señor quedó encantado y dejó un poco más del pago acordado.
Ahora estaba más confiado, pensó en tomar muy en serio el consejo de Jungkook para hacer formal su trabajo, durante la mañana se aseguró de ir a ver a Jin, pero el omega aún no había despertado, fue a la cocina con el cachorro en brazos.
—Jin lino —Jaesung dijo antes de entrar a la cocina, el omega estaba sentado en una de las sillas tomando un poco de té.
—Hola, ricitos. Hola, amorcito bello —saludó.
—Hola, Jin buenos días, ¿cómo te sientes amigo? —se apuró a ir con él para poner su mano sobre su frente viendo si había algo de fiebre.
—Bien, Jimin no te preocupes, me despertó la llamada de Daebin, me enviará unas pastillas con Nayeon, así que no hay de qué preocuparse. ¿Me dejaste algún pastelito?
—En realidad no, Jin, pero... —se apresuró a decir cuando vio un gran puchero de su amigo—, te hice uno especial para que no te haga daño.
—Eres un sol Jimin.
—Lo sé —rió mostrando la pequeña tarta—, pero antes debes comer algo nutritivo —dejó un tazón con frutas frente a él.
—Lo que sea cariño, comería lo que sea con tal de probar ese postre que se ve delicioso
—Bien, eso es perfecto, ¿qué haremos hoy Jin?
—Quiero salir al jardín a ver a mis bebés, leí de un protector solar a base de aloe vera para mis pequeñas, necesito protegerlas para que no se quemen sus hojitas, además tengo que ir a trasplantar unas macetas que Yongsun no tiene idea que llegaron a mis manos —rió con algo de maldad.
—Bien, tú termina de comer mientras yo limpio todo.
—Gracias, Jimin.
Jin continuó su desayuno y Jaesung llegó junto a él abrazándose por su cintura, Jin le vio con curiosidad cuando el pequeño acarició su estómago con su dedo índice.
—Lino.
—Alfita bello de mi corazón, eres un terroncito de azúcar, a ver di be-bé.
Jaesung solo dio una carcajada moviendo su cabecita de un lado a otro para negar la petición del omega. Sus mejillas se encontraban rosadas.
—Vamos amor, tú puedes —le animó tomando sus mejillas entre sus manos para acercarlo a su rostro y besarle la nariz.
—Mmmm lino.
—Be-bé —Jin gesticulaba para que Jaesung imitara.
—Be-bé —Jaesung repite suave.
—Muy bien Jae, eso es —le aplaude.
Jimin terminó de acomodar la cocina y Jin fue a su habitación a cambiarse, mientras el ojiverde fue a la propia a ponerse bloqueador solar para protegerse del sol, al igual que para su bebé.
—Bien Jae ahora si estamos listos, bebé.
—Lito mami —Jaesung intentaba hablar.
—Eso es bebé, ese es mi bebé. Estás listo.
El omega lo cargó alzándolo para hacerlo reír, Jaesung decía más palabras y él estaba muy pero muy orgulloso. Lo baja y el cachorro camina con los característicos pasitos cortos y en ocasiones titubeante de un bebé de dos años, sus manitas se mecían de adelante hacia atrás.
Daebin informó a Jin que Nayeon iba de camino con los medicamentos prometidos, se puso una playera que ahora le quedaba ajustada haciendo una nota mental para ir de compras por ropa que le quedara más holgada.
Justo cuando salía de su habitación el timbre sonó, se apresuró para abrir viendo a la omega sonriendo alegre.
—Hola, Jin, que bueno verte de nuevo.
—Hola, Nayeon, ¿quieres pasar?
—No gracias, solo debo dejar esto y regresar.
—Bien, siempre muchas gracias por tener la disposición de venir hasta aquí y traer lo que necesito.
—Es un gusto, bien nos vemos pronto —ella se apresuró y se marchó.
—Con cuidado Nayeon, que tengas un buen día.
Al cerrar la puerta hubo algo extraño, como un presentimiento que viene de repente, pero lo ignoró.
Fue por un vaso con agua para tomarse las pastillas.
✧✦✧
—Recuerden el plan muchachos.
—Sí, el imbécil que salga para ayudar al desmayado es al que debemos tomar.
—Bien, estén alertas de que en cualquier momento el plan estará en marcha.
—Está bien jefe.
✧✦✧
Jin estaba a punto de tomárselas cuando Jimin entró con Jaesung en brazos, el pequeño se quedó viendo a Jin con la misma expresión de hace unos días.
El omega dejó el vaso y el medicamento sobre la mesa viendo curioso al alfita.
—Mami... —el cachorro se removió en sus brazos.
Jimin sintió la inquietud en su pequeño alfa.
—Amor, ¿qué sucede? —intenta mecerlo en sus brazos, pero Jaesung hizo un pequeño forcejeó tironeando hacia atrás, empezando a llorar, no gritaba, solamente lloraba en silencio—. ¿Qué sucede cachorro? —se hincó en el piso viendo a su pequeño para calmarlo, soltó un poco de su olor para que el alfa se tranquilizara, pero Jaesung solo se giró poniéndose frente a su mami con una actitud protectora viendo a todos lados con el ceño fruncido.
—Jae bonito, ¿qué sucede? —Jin se acercó, pero el pequeño lo vio parpadeando algo molesto.
—Jae, ¿qué sucede? —Jimin intentó alzarlo, pero Jaesung dio pasos vacilantes.
El pequeño alfa se acercó a Jin acariciando su pierna, luego una ráfaga de viento vino moviendo algunas hojas de las plantas que Jin tenía en la cocina.
Jaesung se puso muy ansioso y empezó a llorar pidiendo los brazos de su mami.
—Mami, ¿papi? —lloraba.
—Jae cariño, me estás asustando —Jimin empezó a sentirse nervioso.
El pequeño lloró más fuerte en sus brazos. Jimin se aturdió.
—Ricitos, ¿qué pasa? —el castaño mordía sus uñas.
—No lo sé Jin —estaba tan asustado ni su olor fue capaz de calmarlo y Jaesung hablaba asustado llamando a Jungkook.
—Llévalo a la habitación para que sienta el olor de Jungkook, yo llamaré a Yongsun para ver si hay posibilidad que él venga.
Jimin obedeció con el pequeño que estaba inconsolable en sus brazos, entró a la habitación y tomó algunas prendas del alfa para que el bebé sintiera el olor y pudiera calmarse un poco.
Justo cuando Jin estaba a punto de marcar el número de su alfa, una llamada de un número desconocido llegó.
—Bueno.
—¿Señor Jeon?
—Así es.
—Señor, me temo que tengo malas noticias...
Jin se pasmó cuando escuchó lo que decían por teléfono, su respiración se agitó y empezó a llorar de la nada muy alterada.
—¡Alfa! No, mi Yongsun —su mano sobre el pecho.
Jimin salió deprisa de la habitación porque escuchó un fuerte sonido.
—¿Jin qué sucede? —preguntó al ver al omega sentado en el suelo llorando.
—Es Yongsun, Jimin, llamaron que hubo un accidente y que ella está muy mal, debo ir al hospital lo más pronto posible.
—¿Qué? Bien espera iré por Jae y te acompañaremos, debemos llamar a Jungkook. ¿Quién te llamó? —preguntó en tanto caminaba a toda prisa a su habitación.
—Del hospital, yo salgo a preparar el auto, te espero afuera —se puso de pie intentando calmar su corazón, de lo nervioso que se encontraba dejó el celular.
Jin intentaba desesperado sentir a su alfa, salió muy agitado abriendo la puerta para ir por su auto, de la desesperación olvidó su celular tirado. Tenía ese mal presentimiento y dedujo que era por lo sucedido con su alfa.
Justo cuando salía, en la pantalla estaba la llamada entrante de su alfa.
Limpió sus lágrimas viendo que afuera no estaba ningún auto vigía, quedó algo extrañado, un escalofrío recorrió su cuerpo, caminó desesperado para ir al garaje.
Estaba a punto de llegar a la puerta, pero percibió unos pasos detrás de él y en un parpadeo alguien lo tomó del hombro hablándole al oído.
—Omega imagino que quieres ver a tu alfa, así que no deseas que te llene de plomo, camina y no hagas ninguna estupidez.
Las piernas de Jin flaquearon llevando sus manos sobre su vientre para protegerlo.
—Ahora camina —demanda empujándolo.
—¿Adónde me llevan? Mi alfa está mal, debo ir con...
—Cállate y no te preocupes, pronto lo verás.
Lo empujó para que subiera a una camioneta y de inmediato sintió náuseas por el olor fuerte de los alfas que había dentro.
—A Dongwoo le gustará mucho saber que tenemos a su omega —uno de ellos bramó.
—¡Espera! —Jin pide mientras uno de ellos se acercaba para amarrarle las manos—. No conozco a ningún Dongwoo —Jin niega enfurecido.
—¿Qué dices? Ese es tu verdadero alfa —el que estaba de chofer volteó para verlo.
—¿Eres sordo? Que no conozco a ningún Dongwoo idiota, mi alfa se llama Yongsun y es una mujer muy bella —siseó furioso.
—Maldición, ¿este no es el omega? ¿Dónde está Jimin? Este idiota no tomó las pastillas —dedujo.
—¿Te refieres al omega de Jungkook, tonto alfa? —Jin enfureció—. Pues déjame decirte que está con él en su casa, pedazo de estúpido inservible, ahora díganme, ¿dónde jodidos está mi mujer?
—No lo sé, de seguro en su trabajo y cuida ese tono.
El omega sabía perfectamente que estaba jugando con fuego, pero inmediatamente todo hizo conexión en su cabeza y no permitiría que estos tomaran a Jimin.
Otro de los mastodontes se acercó a Jin viéndolo de cerca para después soltar una risa burlona —No se preocupen muchachos, este —dijo señalando al omega—, tiene relación con el otro, podemos pedir unos quinientos mil.
—¿Qué dices? —el castaño se indignó—. ¿Cómo que quinientos mil? Yo valgo un millón pedazo de mierda mal parida, si llamaras a mi alfa ella te daría millones por mí.
—No me digas... —responde el conductor arrancando el auto.
—Pues si te digo estúpido, ahora quítame esto si no se verán de infierno cuando te encuentres con ella, es una fiera y no hablemos cuando está en su forma lobuna. —habló furioso.
Uno de ellos sacó un celular marcando para hacer una llamada.
—Algo salió mal, tenemos al que debería estar desmayado.
—Mierda, ¿qué no pueden hacer algo bien?
—Lo siento, pero creo que con este puedes extorsionarlos.
Chasqueó la lengua —Tengo un mejor plan, estamos cerca. Tráelo de inmediato.
—Bien, le recuerdo la paga, señor.
—A la alfa la quiero de igual manera, asegúrense de tenerla.
—Supongo que ya sé cómo —colgó sonriendo por el retrovisor viendo a Jin.
✧✦✧
—Estúpidos idiotas me hicieron tener el susto de mi vida haciéndome pensar que algo le había pasado —la desesperación empezaba a afectarlo. Jin se hiperventilaba.
—Cuida como hablas omega.
—Tú cuida tu maldita cara —le gritó—. ¿Y sabes una cosa alfa estúpido? Nadie me dice que hacer o que no hacer, pareces una de esas plagas que una vez intentaron molestar a mis plantas, pero mi gran y fuerte alfa las rescató acabando con esas mal paridas.
El auto continuaba su rumbo y Jin no dejaba de hablar, en situaciones como esta unos se quedan callados, otros mueren de miedo y Jin era un parlanchín intentando distraerse confiando en que su alfa iría por él.
—Y entonces yo le dije que no debía hacerlo, pero es tan necia que llegó tratando de bajar al insecto, sin embargo, no sabíamos que volaría y entonces ambos salimos corriendo cuando la pequeña sabandija nos siguió por el jardín, cuando íbamos corriendo vimos un montículo de tierra de esos que tienen estas furiosas hormigas que te muerden duro...
—¿Muerden?, ¿qué no pican? —pregunta uno de los alfas que estaba junto a él, al parecer le pareció interesante la plática.
—Claro que no, ¿les has visto pico?
—No.
—Ahí tienes la respuesta muchachote, no pueden picar, aunque en ocasiones les dejamos algunas migajas con Yongsun para que tengan de comer, ¿te imaginas todo lo que deben caminar para ir a llevar un poco de comida? Creo que a ustedes les vendría a tomar ese ejemplo, pero bueno, ese es otro asunto, así como cuando yo era pequeño un día salí de casa...
—YA BASTA, YA ME TIENES HASTA LAS BOLAS CÁLLATE O TE VOLARÉ EL PUTO CEREBRO Y NO ME IMPORTARÁ QUEDARME SIN RECOMPENSA —vocifera el conductor usando su voz.
—No me grites —respondió con los ojos rojos—. Estúpido, no vez que estoy embarazado hijo de puta, estoy sensible, imbécil.
—¿Y?
—¿Cómo qué? "¿Y?", no ves que estoy en una etapa muy crucial, animal, y quiero arrancarles el cabello, me han provocado a decir muchas palabras que no son lindas, y ahora mi cachorro las escuchó todo por ustedes infelices hijos de...
—Calma omega —uno de ellos se acerca aflojando sus manos.
—Ves, aprende de este otro idiota que es un idiota pero un idiota amable, no un idiota tan idiota como tú imbécil, ahora déjenme.
El auto frenó de repente, el alfa se bajó furioso y abrió la puerta sacando una jeringa para clavarla a un costado de Jin.
—¿Qué haces? No a mi bebé, le harás daño imbécil —rogó en súplicas que parecían más una orden.
—Ya esto servirá para que duermas maldito, ya me tienes hasta el culo.
Cerró la puerta del auto con un fuerte golpe y los ojos de Jin se apagaron antes de llegar a su destino.
—Llama a la alfa y dile que tenemos a su omega —el líder ordena a uno de los hombres.
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